La justicia en Argentina sobreseyó este martes al presidente del país, Mauricio Macri, en una causa en la que estaba acusado de haber ordenado escuchas ilegales cuando era alcalde de la ciudad de Buenos Aires.
Macri estaba procesado desde hace cinco años y medio.
El juez federal Sebastián Casanello consideró que no había «siquiera una prueba directa» que vinculara a Macri con las escuchas a su excuñado, Néstor Leonardo, y a un dirigente opositor.
Por ello, firmó un fallo que desvincula «definitivamente» a Macri del caso.
A mediados de 2014 una Cámara de Apelaciones ya había decidido que el entonces jefe de gobierno porteño no debía enfrentar un juicio en la causa.
Juez controvertido
Macri fue procesado en 2010 por el juez Norberto Oyarbide, quien lo acusó de ser «partícipe necesario de una asociación ilícita» en una causa que investigaba una presunta red ilegal de espionaje en el seno del gobierno porteño.
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Según la periodista de BBC Mundo en Buenos Aires Veronica Smink, Oyarbide es considerado uno de los jueces más polémicos de Argentina debido a una serie de fallos controvertidos que beneficiaron al anterior gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, opositora de Macri.
No obstante, la Cámara Federal confirmó el procesamiento en 2010, por lo que continuó la investigación que ahora cerró, pocas semanas después de que Macri asumiera como presidente de Argentina.
Más allá de esta decisión, la investigación por la presunta red de escuchas continúa: en 2017 será juzgado por el caso el ex jefe de la Policía porteña Jorge Palacios, cercano a Macri.