Javier Mascherano -el símbolo de la Selección- se tomó unos segundos para hablarle al arquero, a quien le dijo esa frase para darle confianza antes de arrancar.
Cuando Alfredo Di Stefano murió a los 88 años el lunes , uno de los últimos lazos con la época dorada del fútbol latinoamericano se cortó.
La década de 1940 perteneció al fútbol argentino.Y para la primera mitad de la década, el fútbol argentino fue dominado por uno de los grandes equipos que han adornado el campo.Ahora casi olvidado fuera del continente, River Plate jugaba al fútbol precisión completa.No es de extrañar que el equipo llegó a ser conocido como la Machine (La Máquina).
Cuando Di Stéfano, que comenzó en River Plate antes de convertirse en el más famoso jugador del Real Madrid, se le preguntó quiénes eran los cinco jugadores más grandes, que se le ocurrió de La Máquina cinco delanteros: Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Ángel Labruna, Adolfo Pedernera y Félix Loustau.
Moreno no sólo fue el mejor jugador del equipo, sino también su más carismático.Él podría haber superado a Diego Maradona como jugador que había cuidado de sí mismo. Pero la llamada del tango salón y hermosas mujeres demostraron ser demasiado molestos.Moreno se disculpó: «Sí, me gusta la vida nocturna. Entonces qué?Nunca he perdido un entrenamiento. No vengan a decirme que tome leche: La vez que bebí la leche, he jugado mal «.
Fue con Moreno que Di Stéfano jugó cuando se unió a River Plate.Desde el principio, Di Stéfano era conocido como el Alemán (el alemán), por su tamaño y el cabello rubio, aunque el apodo Saeta Rubia (Saeta Rubia) finalmente quedó.
A pesar de que el mejor fútbol se jugaba en Argentina, la relación entre el club y el jugador feudal se mantuvo.Las huelgas en 1948 allanó el camino para un éxodo de los mejores jugadores de la Argentina a una pirata liga no autorizada en Colombia.Años más tarde, Di Stéfano permaneció furioso.«Ellos nos explotan de una manera intolerable», dijo.«La firma de un club significaba someterse a su discreción para un equipo sin límites.»
Fue en España que Di Stéfano haría su marca. Él abrió el camino para las generaciones de latinoamericanos para sus nombres en Europa.Su grandeza no radica sólo en su habilidad, sino también en su velocidad.
«En todas las épocas, se puede aplicar la teoría de la relatividad de Einstein a sus mejores jugadores», dijo Oscar Barnade.Diario argentino Clarín.«No hay nada más rápido que la luz.A finales de la década de 1940, durante una época de fútbol de ritmo mucho más lento, Di Stéfano revolucionó el ataque de River.
«La velocidad y la precisión en el control del balón;Velocidad física y mental. Corrió a lo largo y ancho del terreno de juego.No había nadie como él «.
Pelé, Johan Cruyff y Maradona todos siguieron su ejemplo y se confirmó que los jugadores de que la teoría han tenido la mayor velocidad, además de talento.
En Lionel Messi, Argentina ha encontrado su nuevo mesías.Al igual que Di Stéfano, que ejerce su oficio fuera del continente de su nacimiento, pero permanece en la mejor tradición del fútbol latinoamericano.
Ahora es el Mundial de Messi para la adopción, aunque el sueño de Argentina de la reunión (y golpes) a Brasil en la final no será.
Argentina puede estar de luto por uno de sus mejores jugadores, pero Brasil no va a llorar este equipo de la Copa del Mundo después de la demolición por 7-1 por el equipo profesional, pero poco espectacular alemán.
Para el escritor brasileño Nelson Rodrigues, 1950 derrota en la Copa Mundial de Brasil destacó el sentimiento de inferioridad sobre el lugar del país en el mundo.
No esta vez, sin embargo.Esta humillación en la Copa del Mundo refleja lo que este torneo no ha conseguido para el país; simplemente se ha conseguido el papel sobre las grietas en la sociedad brasileña.
La derrota puede ser la llamada de atención que el necesita el país.
Para Messi, sin embargo, la historia espera.Si lleva a Argentina a la final contra Alemania, él tomará su lugar junto a Di Stéfano como lo mejor que el continente tiene para ofrecer.
"❀ Mil dones ❀" 